ADIOS
Hoy es mi último día en España… y mi último día aquí, con vosotros.
Bueno… pues hasta aquí llegó este kuki at the city. Ha sido un placer.
“Era libre, libre para todo, libre para aceptar, para rehusar, libre para tergiversar; para abrazar, hacer rodar o arrastrar esa cadena carcelaria atada a sus pies. Podía hacer lo que quisiera; nadie tenía derecho a darle consejos. No había para él ni Bien ni Mal más que si él lo inventaba. Estaba en medio de un monstruoso silencio, libre y solo, sin ayuda y sin excusa, condenado a decidir sin recurso posible, condenado para siempre a ser libre”
Hoy es mi último día en España… y mi último día aquí, con vosotros.
Bueno… pues hasta aquí llegó este kuki at the city. Ha sido un placer.
DESPEDIDA.
Cada vez que me he ido fuera se ha repetido la historia; me siento aliviada cuando subo al avión porque por fin se han acabado las despedidas. No he sido capaz de descubrir los secretos de las despedidas… o quizá es que las despedidas no tienen secretos para mí.
Hoy es mi último día de trabajo en esta empresa, y por extensión en España… Llevo tiempo esperando este día no sólo para poder descansar de la esquizofrenia que me provoca madrugar y de las carencias laborales que pudieran seguir engordando el saco de ciertas frustraciones, sino porque hoy empieza mi cuenta atrás.
Ground control to Major Tom:
Commencing countdown engine's on
Check ig-nition and may God's love be with you
En este caso mi cuenta atrás empieza por 12, DOCE, 十二 (shí èr)…
...
Esta mañana al despertar me he encontrado encima de mi mesa una montaña de papeles: hojas de reclamaciones. Al principio me he quedado un poco desconcertada, así que he decidido ir a la ducha y darme un baño de mimos antes de enfrentarme a un nuevo día.
Estimada Kuki,
Somos tus recuerdos y venimos a quejarnos. Ya no podemos soportarlo más. Nos estamos viendo sometidos a un exterminio masivo y creemos que esta situación ha llegado a un punto insostenible. ¿Por qué nos estás echando de tu memoria?
Fdo: La sonrisa de plenitud del 2001,
El orgasmo sordo del 2004 y
La ansiedad contenida del 2006,
en representación de la Comisión
de Recuerdos Unidos.
Llegaba tarde al trabajo, así que he vuelto a salir y les he comunicado que, hoja a hoja, leeré todos sus comentarios y quejas, prometiendo una carta explicando la situación y, por qué no, proponiendo una solución… quizá ha llegado el momento de convivir. No les ha sentado muy bien tener que seguir esperando, pero tampoco creo que vaya a ser fácil para mí leer todo lo que tiene que recordarme cada uno de ellos. Así que estamos empate.
A veces te puedes cansar de sentir… y es que parece una asignatura obligatoria de la que no te puedes escapar ni aunque pases tus mejores años universitarios aprendiendo a jugar al mus en la cafetería. Y entonces es cuando esperas que eso que llaman lógica se apodere de tu yo tocapelotas y consiga apagar el interruptor de los sentimientos (esos que juraría fueron colocados en la ruleta de un casino de Las Vegas que no cierra, en donde hay un viejo gordo con puro que no dejará de jugar hasta que salga rojo-par, pero todos sabemos que está trucada y
Esta tarde he visto una película, Vías cruzadas (The Sation Agent), y me apetece hablar de ella por dos motivos principales.
Es la una y media de la mañana y estoy más fresca que una lechuga… y eso que no he dormido siesta (supongo que podría meterme en Google y buscar una imagen de una lechuga y decorar un poco este post, pero a estas horas de la madrugada creo que paso)
Vale, no he podido evitarlo y he buscado una lechuga con la que me sintiera identificada… creo que es lo más ridículo que he hecho en mucho tiempo, y mira que el listón estaba alto. Miremos el lado positivo; me voy superando por días.
- un abrazo que quizá fue largo, aunque el tiempo contigo siempre ha sido muy relativo
- una sonrisa un tanto pícara mientras nadie nos miraba, o eso creíamos.
- un café cortado, en el que ya no recuerdo si pusiste azúcar.
- una camiseta gris que acabó en el suelo de la habitación.
- una copa de ginebra que se vaciaba demasiado rápido.
- aquella conversación tan larga que tiendo a reinventarme porque ya no la recuerdo.
- la mano que tendí sobre tu estómago acostado y que nunca cogiste.
- la mirada cabizbaja que nunca me atreví a levantar por miedo a que leyeras mis pensamientos.
- la máscara de mi disfraz de tía enrollada, que ya se está agrietando.
- el cepillo de dientes que nunca te dejaste en casa.
- el vacío en la bandeja de entrada en mi cuenta de correo.
- la impotencia de saber que te entiendo
- la esperanza de que, para nosotros, también habrá tiempos mejores.
Creo que no me he dejado nada, aunque los recuerdos siempre me juegan malas pasadas. La última vez los guardé en mi jarrón de porcelana china, aquella que me avisaste que se rompía con facilidad… Espero que ahora corran mejor suerte. Y que Narbona me dé las gracias.
A punto de iniciar un pequeño viaje que no sé dónde me va a llevar…
Llevo toda la mañana muerta de risa... y no, no estoy de vacaciones. Aprovechando la ausencia de mi jefe no he hecho nada en toda la mañana. Miento. Aunque mi jefe hubiera estado aquí no hubiera hecho nada; el respeto que le tengo está bastante por debajo del que me tengo a mí misma (que no es decir mucho pero ya es algo) y por supuesto, del que le tengo a mi tiempo libre, así que he decidido convertir esta mañana en eso, en tiempo libre.
Un oficina vacía (estamos a punto de mudarnos), un compañero que ha decidido que hoy sea un duro día de trabajo… para él, claro, y una conexión a Internet. Pues ahí lo llevas. Toda la mañana de blog en blog, y ha sido una pasada. Hoy he tenido suerte en mis descubrimientos; repito, llevo toda la mañana muerta de risa.
Hay una chica en el curro que me da pena. La pobre es algo feucha, dentuda como una mula y delgada cual palo de escoba, pecosa y pelirroja; muy poquita cosa, la verdad, y además, nueva. Se incorporó al despacho hace dos semanas, no como becaria, sino como junior, y tiene pinta de ser de las que se deja mangonear por todo el mundo. Ahora que lo pienso, con esa vocecilla suya de no haber roto un plato en su vida, aunque protestase nadie se enteraría.
Y seguro que todavía es virgen.
Bueno, o eso o es una fiera en la cama y le va el sadomasoquismo. Con estas personas nunca se sabe.
De lo que no tengo ninguna duda es de que, de presentárseme la ocasión, me la tiraría. Y no por lástima, sino sencillamente porque estoy muy salido.
Tengo deseos enormes de realizar un doctorado sobre la mediocridad debido al dominio que ejerzo sobre el tema
(…) Llego y me pongo mi traje de la empresa (ya soy uno más yujuuuuuu) y no hacemos nada hasta las 8:20… a esa hora salimos todos a la calle (pero todos todos, los de los otros laboratorios también, un huevo de gente) y empieza a sonar una voz estilo gran hermano por un altavoz y nos ponemos todos a hacer ejercicios gimnásticos. Nunca he sentido que hacía más el ridículo. Imagen: yo, rodeado de japos haciendo movimientos en forma de X con los brazos y dando saltitos, con mi jefe al lado, con mi traje biónico de currante, los pantalones que me quedan pesqueros (muy muy pesqueros) y sin saber a quien imitar, si a los japos o a Leticia Sabater en el canal 7… Una pesadilla vamos. (…)
KIRAI (en este caso escrito por Carlos, amigo del protagonista del blog)
El caso es que llevo toda la mañana leyendo historias de personas a las que no conozco de nada y que, sin embargo, han conseguido que mi lunes mole… y aumentar mi lista de favoritos en el computer del trabajo… trabajo el cual dejo en un mes y mi jefe va a flipar cuando vea todo lo que he estado “ampliando mis conocimientos”. Esto último no es mentira, aunque no será de su agrado. Es lo que tiene ser un completo inepto, inadaptado social y misógino, y por qué no decirlo, capullo integral.