EL GRIFO DE MIS OJOS
- un abrazo que quizá fue largo, aunque el tiempo contigo siempre ha sido muy relativo
- una sonrisa un tanto pícara mientras nadie nos miraba, o eso creíamos.
- un café cortado, en el que ya no recuerdo si pusiste azúcar.
- una camiseta gris que acabó en el suelo de la habitación.
- una copa de ginebra que se vaciaba demasiado rápido.
- aquella conversación tan larga que tiendo a reinventarme porque ya no la recuerdo.
- la mano que tendí sobre tu estómago acostado y que nunca cogiste.
- la mirada cabizbaja que nunca me atreví a levantar por miedo a que leyeras mis pensamientos.
- la máscara de mi disfraz de tía enrollada, que ya se está agrietando.
- el cepillo de dientes que nunca te dejaste en casa.
- el vacío en la bandeja de entrada en mi cuenta de correo.
- la impotencia de saber que te entiendo
- la esperanza de que, para nosotros, también habrá tiempos mejores.
Creo que no me he dejado nada, aunque los recuerdos siempre me juegan malas pasadas. La última vez los guardé en mi jarrón de porcelana china, aquella que me avisaste que se rompía con facilidad… Espero que ahora corran mejor suerte. Y que Narbona me dé las gracias.
1 Comments:
Llorar es fútil. Endurece tu corazón hasta que no quede en él el menor rastro de sentimiento, y la vida te parecerá mucho más sencilla. Algunos te dirán que esto es triste, pero tú ya no podrás saberlo porque para ti es demasiado tarde.
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