martes, junio 13, 2006

SANSÓN, UN HOMBRE DÉBIL Y FRUSTRADO EMOCIONALMENTE

Esta mañana parece que no puedo ni abrir lo ojos… me duele la cabeza, y mantenerla erguida me supone un esfuerzo sobrehumano. Ayer me corté el pelo… ¿quizá perdí la fuerza como Sansón?

“Nazareo desde su nacimiento, Sansón no debía beber ni vino ni cualquier otro tipo de bebida fermentada, y no debía pasar navaja sobre su cabeza.”

Ahora que indago en el perfil de Sansón, creo que no tenemos mucho en común… Ni vino, ni bebidas fermentadas, ni navaja… tres requisitos imprescindibles para ser yo. Otra cosa más que no haré en mi vida: liberar a Israel del yugo filisteo. Vaya.

Y sigue,

“Animado repentinamente del Espíritu del Señor, el nazareo rompió las cuerdas en el momento en que iba a ser entregado a los incircuncisos. Asiendo una quijada de asno, persiguió a los filisteos, dando muerte a mil de ellos. Sansón, ardiendo de sed, proclamó que esta liberación procedía de Jehová. Los hombres de Judá consideraron desde entonces a Sansón como su liberador”

Exceptuando lo de la quijada de asno, que teniendo en cuenta mi situación geográfica cambié por una rama de limonero, (y que lo que a mí me animó repentinamente creo que no fue el Espíritu del Señor) esta hazaña se parece mucho a la que cometí el jueves pasado a altas horas de la madrugada, ardiendo de sed; así que al final parece que Sansón y yo tenemos más cosas en común de las que yo pensaba. Además, hay ciertas actitudes de Sansón de las cuales creo que tengo mucho que aprender, véase:

-“Sansón bajó a Timná y se fijó en una mujer filistea. Subió a decírselo a su padre y a su madre: Toma ésta para mí, porque es la que me gusta.”

Y punto. Muy bien, un poco complejo de G. Bush, pero con contundencia suficiente para ligarse a cualquiera. Tomo nota.

Pero también hay que decir que o Dios no le supo guiar muy bien o nuestro querido Sansón no se dejó aconsejar, porque tanto ímpetu para ligar y siempre elige a la persona equivocada. Véase:

- Sansón puso una adivinanza a los filisteos y, como no hallaban la respuesta, pidieron a la mujer que la averiguara por ellos. “Ella estuvo llorando detrás de él los siete días que duró la fiesta. Por fin, el séptimo día se la explicó porque lo tenía cansado. Ella le contó la solución a sus paisanos” y él perdió (aunque se cabreó un poco y mató a no sé cuantos, pero bueno)

- “Su relación con Dalila, mujer filistea de Sorec, lo perdió. Instigada por los príncipes filisteos, apremió a Sansón a que le revelara el secreto de su fuerza. Al principio él le respondió con mentiras, pero finalmente le reveló que si se le cortaba la cabellera, perdería su vigor y sería como todos los otros hombres. Dalila vendió su secreto a los filisteos”, que le sacaron los ojos (aunque se cabreó otra vez un poco y destruyó un templo con todos dentro, pero bueno)

Conclusión: ni siquiera la Fe te va a salvar de que tus parejas te puteen

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

muy bueno...solo te falta meter cultura mandarin...y ya me cago!
Nos hace falta más Fé.

4:47 a. m.  

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