LONDON WEEKEND

Nunca pensé que este blog pudiera ser algo importante (para mí), pero lo es y me he dado cuenta este fin de semana, que he paseado mi espíritu viajero por Londres. Con muchas ganas de escribir todas las cosas que he visto, vivido, comido… ha sido divertidísimo y un gran exfoliante (en honor a Willy) para la rutina.

Lo primero, os presento a mis compañeros de batalla, caminatas y cervezas varias

El viaje comenzó en el aeropuerto de Alicante con una primera imagen que me pareció muy graciosa y que nos define muy bien a todos cuando viajamos fuera y nos queremos hacer los guiris tontos…

El viejete, como si no se hubiera dado cuenta de la señal, se fumó un cigarro al lado de ella!!! Todo un lord inglés.

A continuación, divido el viaje en secciones para que no se me escape ningún detalle:

1.- CENAS, una de las mejores cosas del viaje gracias al conocimiento de la gastronomía internacional de nuestros anfitriones. Un lujazo!

2.- MERCADILLOS, como vía de escape perfecta a nuestro espíritu consumista y para saciar la curiosidad de todo lo que te puedes encontrar en ellos.

3.- PASEOS y todo lo que estos conllevan. Hyde Park, Selfridges, Tate Gallery…

…Vamos allá.

1.- CENAS

Para poner en antecedentes, Willy-Will-on, anfitrión máximo de este viaje, al que hemos invadido su casa y aún así no dejó de sonreír en todo momento, estuvo de periplo en Japón durante un año y es un friki de todo lo que tenga que ver con los nipones (bueno, es un friki en general porque hablar con él es como abrir el libro gordo de Petete!!!).

En honor a su experiencia, la primera noche nos fuimos a cenar a un restaurante japonés (no recuerdo el nombre, invito a los que me acompañaron a que completen esta crónica) con dos hechos relevantes. El primero, el okonomiyaki… qué delicia!

El segundo, nos comimos toda la cena con palillos y, sí, repelamos el plato. Fuimos unos artistas malabares y yo, perso nalmente, estoy muy contenta por esta hazaña manual .

La segunda noche fuimos a cenar a un tailandés llamado MANGOSTEEN, y también delicioso. En mi caso, un arroz con pollo al curry y salsa de leche de coco que me encantó. Todo un lujo para el paladar. Todo esto rociado con cervezas y vino rosado, porque además, mientras hacíamos cola en el primero de ellos descubrimos que en Londres se puede beber en la calle!

2.- MERCADILLOS

Los elegidos fueron Portobello y el Old Spitalfield Market… una pasada. Portobello es de los más conocidos de Londres (excluyendo de esta lista a Candem porque ya lo conocíamos y porque es más turístico) y no defrauda. Largo, muy completo, y con horas por delante de ropa, complementos, comida…

Aunque, sin lugar a dudas, el Spitalfield gana a todos los mercadillos. Mucho más concentrado todo y con menos visitantes extranjeros que los anteriores, es muy aut éntico y las cosas que se pueden encontrar son más bonitas. Sin duda, recomiendo a todo el que vaya a Londres que se pase por allí un domingo y disfrutará de lo lindo (él y su tarjeta de crédito, claro está).

3.- PASEOS

Un paseo por la rivera del Támesis nos llevó el primer día hasta la Tate Gallery, museo de arte moderno que me gustó mucho aunque, por qué no decirlo, vi cosas que todavía sigo sin entender muy bien. Pero mereció la pena y también subirte a la séptima planta y tomarte un capuchino con las vistas; preciosas. ¿Por qué todos los tejados de Londres son de color verde/azul turquesa?

También Covent Garden, con los continuos animadores que entretienen a los visitantes (lugar donde Willy se sinceró y nos reconoció que se exfoliaba, y donde conocimos a Rachel, a la que más adelante le voy a dedicar un anuncio), el Selfridges (centro comercial que es todo un placer visitar, donde compramos unos bombones al champagne rosa que ya los he probado y están de muerte y con unos escaparates super currados...

… este hecho con gominolas!), Hyde Park, donde nos tumbamos en el césped (había que descansar un poquito) viendo de fondo el concierto de Foo Fighters que hubo el sábado con unas pantallas gigantes que nos permitieron verlo tira ditos tranquilamente bebiendo cerveza (si es gratis, dame dos!), el Soho, Oxford y Carnaby Street…

Definitivamente, Londres mola.

He resumido mucho el fin de semana (quién lo diría pero sí, porque contaría muchas anécdotas) pero, como conclusión, nos lo hemos pasado en grande. Willy y Rachel no saben lo que han hecho, porque nos ha gustado tanto todo lo que nos han organizado y todos los consejos, que por mi parte volveremos a invadir su casa de nuevo. No hay nada como ir a una ciudad con gente que vive en ella, y que además tiene ganas de enseñártela. Además, hemos aprendido muchas cosas (quiénes son los mode?... En los 70, bla bla bla…!), entre ellas que hay gente que se levanta a las 8 de la mañana a correr sólo un poco, entendiendo un poco por unos 50 minutos más o menos… Rachel, en tu honor, este anuncio de bebida energética, que creo que es lo que tú desayunas y no esos mueslis con yogur!

Un besazo para mis compañeros de viaje, y para los que no lo habéis sido, cuando lleguéis a Londres si veis a un Willy con cara exfoliada al que le gusta el helado de té verde y el chocolate con especias paradle y os saldrá el viaje redondo.