jueves, mayo 18, 2006

A VECES PARECE QUE ES PARA MUCHO Y LUEGO NO ES PARA TANTO

Bueno, no pasa nada, a veces parece que es para mucho y luego no es para tanto, pensaba para mis adentros. Pero ahora me doy cuenta de que sí pasa, pero también me doy cuenta de que ya me da igual. Todo esto lo pensaba mientras buscaba algo que escuchar en la radio, pero como no es de esas digitales que le das a un botoncito y ya, sino que hay que estar dándole a la rueda y si lo de una no te convence y pasas a la siguiente que es peor todavía y luego la primera una ya no la encuentras… me estaba poniendo nerviosa y eso que ya me había dado cuenta de que a veces no pasa nada, y de que ya me daba igual.

Todo comenzó cuando en la selva del amazonas un mosquito un poco raro pareció querer beberme entera. Mi compañero de canoa, sin entender lo jodida que ya estaba por haber perdido la mitad de mis fluidos sanguíneos, tuvo la poca decencia de enfadarse porque, con razón o sin ella, o más bien con ella pero sin sentido, yo no había utilizado la doble red de pescar de los aborígenes a modo de capa protectora. Eso te pasa por puta. Tendrías que haberte tapado más. Sí, hay que joderse, y yo callada pero para mis adentros había gritado tanto que la mitad de árboles que quedan en el Amazonas, muy gentilmente cedidos por empresa maderera s.a., se movían al paso del aire enfurecido que salía por mi boca todavía cerrada.

A día de hoy sigo sin creer en dios, pero aunque ya me daba igual, espero que esas cosas que pueden no ser para tanto pero luego sí son para mucho me sean perdonadas, o por lo menos que mi compañero de canoa me deje quitarme la red. Nunca he sido yo mucho de rezar, quizás dios o la santa iglesia me agradezcan más un
donativo… ellos lo necesitan más que el amazonas.