jueves, julio 27, 2006

-DE CUANDO HAY QUE VOLVER A EMPEZAR-

Soy una persona a la que le gusta mirar. Lo reconozco. Me encanta mirar.

Hay días en los que salgo a pasear por mi imaginario sencillamente por darme el gusto de inventar, de adivinar historias en lo que veo, de seducirme a mí misma con colores y formas. Son días egoístas. Escondida tras mis gafas de sol, miro, casi toco, sin permitir que el resto lo haga conmigo. Pero qué le voy a hacer si me gusta mirar. Y me gustan especialmente las historias que me invento los domingos. Como el domingo pasado, que salí a pasear y descubrí que ahora tengo que empezar de nuevo.

Entré a la tienda de mi imaginario, y le dije al tendero:

- Perdone, ¿me podría dar 2 bolsas de imaginación y una de picardía, por favor?- Necesitaba la picardía como lo que más aquel día.
- Cuánto tiempo sin verte. Claro, ahora mismo te las pongo.
- Gracias- repliqué con mi mejor sonrisa. Él no lo sabía, pero como era mi imaginario yo ponía la cara de quien quería a mis personajes, y me hacía gracia ver a quién había elegido mi subconsciente para este papel ;)
- De picardía tengo dos, ¿cuál quieres?
- Ponme la roja.
- ¿Cuál?
- La roja
- ¿La roja? Perdona, no sé a lo que te refieres.
- El tarro que tienes a la izquierda de la lista de cosas pendientes a olvidar.
- Kuki, eso es verde.

Joder, me he montado un vida entorno a lo que he mirado y soy daltónica…